Febrero 2021
POR HIGHLIGHTS MAGAZINE
Desde que entramos en el lugar, nos reciben paredes tapizadas con dibujos grotescos, pero que tienen un trasfondo. Nos observan como queriendo decir algo. Esta ambientación da cierta comodidad al lugar y pronto se incrementa cuando conocemos a Eriksteink Hyde, quien nos relata sus inicios en el tatuaje, mostrando que se tienen que tomar riesgos y apostar por lo que se desea. El mundo es de los que se arriesgan. <<Erickstein es por Frankenstein, siempre estuve bien traumado con las películas de terror. Mi estilo se lo debo a que siempre quise ser caricaturista, desde morro me gustaba mucho Ren y Stimpy, Bugs Bunny, las cosas bien exageradas, las películas de Roger Rabbit, películas de marciano, de extraterrestres; todo lo raro, lo feo, lo grotesco. Hay un personaje que se llama Rat Fink, habla de carros modificados pero así bien monstruosamente, mucha influencia tuve de todo esto, también de la música>>.
A sus 34 años de edad, hace dos años y medio que enfoca todo su tiempo al tatuaje, pero no siempre ha sido así, ha tenido que trabajar su carrera para llegar a donde está. <<Yo estudié la preparatoria ahí en el centro, por Fundadores (mercado). Me saltaba las clases y me iba a Funda y convivía mucho con los tatuadores, conocí mucha gente de ahí. Siempre me llamó la atención tatuar, desde morro. Mi jefe es tornero, siempre me decía que fuera lo mismo que él, y a mí no, a mí siempre me gustó el dibujo. Mi jefe me decía que me metiera a jalar en el torno, que ahí estaba el billete. Como siempre fui bien rebelde, era bien contreras. Le decía que no y no y siempre dibujaba. Ahí fue cuando mi papá me dijo “”Vamos a poner las cartas sobre la mesa. Te gusta el dibujo, pero no puedes ser un dibujante famoso, aquí en México no. La realidad en México así está, o trabajas de algo que te deje feria o vives en un sueño y te mueres de hambre”>>. Esto comenzaría a marcar su futuro. Lo que aspiraba a convertirse iban en dirección contraria a lo que se esperaba de él. <<Pase frustrada mi juventud. Pensaba en que hacer para sacar dinero con lo que me gustaba>>. La respuesta vino de sus tantas vueltas por el mercado Fundadores. <<Yo me acercaba a Fundadores y veía que los tatuadores tienen su lana, siempre andaban comprando cheve y así. Entonces dije “De ahí le sacan”. Yo no sabía nada del tatuaje, pero sabía que tenía que ver con el dibujo. Varios compas me dijeron que me pegara al tatuaje y de ahí haría algo chido>>.
LA INFLUENCIAS DEL BARRIO DONDE
CRECIO SE HACEN PRESENTES EN SUS
OBRAS, ASI COMO RASGOS DE CARICATURAS DE EPOCAS ANTERIORES
Y siguió esos consejos a la vez que confiaba en sí mismo, en su camino. Mientras tanto, continuaba su preparación conociendo más sobre el arte del tatuaje. <<Yo veía que tatuaban, pero no fue práctica, solo preguntaba. Cuando comencé a tatuar fue cuando dejé la prepa. Me puse unos aretes y mi jefe dijo que toque el límite, que andaba muy rebelde y me corrió de la casa. Me fui como a los 17 a rentar. Nomás cargué mi mochila con mis dibujos y ropa, y vivía en un cuarto así solo, en Escobedo. Entré a trabajar a un seven. Viví una adolescencia muy cruel, a veces no tenía nada para comer, si estaba bien difícil. Aprendí lo que es ganarse el peso, de tener todo en mi casa a no tener nada. Yo me aferré al dibujo, sabía que me tenía que ayudar de algo y así fue>>.
Una tarde cualquiera, un encuentro casual por su nuevo barrio cambiaría de una vez por todas su destino. <<Conocí a un amigo, Israel Zurita (QEPD). Yo iba a la tienda y el vato me habló, es mi maestro. Comenzamos a hablar. Un día él fue a mi casa, donde rentaba, tenía el lugar lleno de dibujos. El vato vio que dibujaba y se emocionó, el destino lo puso en mi camino. Él era el tatuador de ahí, el chido, el que rayaba a todos los cholos. Yo me pegué con él, pero nunca tatué, solo veía. Este vato me regaló una máquina hechiza y me dijo “Llévatela a tu casa y trabaja en naranjas, en plátanos, en muñecos de plástico”. Comencé a trabajar en otra fábrica, el destino me llevó al torno de nuevo. Lo que nunca quise trabajar, termine haciéndolo, era la mayor frustración. Duré un tiempo sin practicar la máquina, pero siempre dibujaba. Compré mi primera máquina, comencé a tatuarme yo solo para practicar. Mi primer tatuaje fue a mi mismo, hace como 7 años. Llegue a soldar agujas. Antes no se conseguían las agujas de los calibres que ahorita hay, calibres grandes>>. Una vez que se sintió con la confianza suficiente para poner en práctica sus conocimientos, su manera de comenzar a practicar fue fiel a su estilo: arriesgada, braveada, directa. <<Veía que pasaban cholos por aquí en el barrio. Comencé a preguntarles que si no querían un tatuaje, se sacaban de onda y ya les decía que gratis, que acababa de comprar una máquina y quería aprender. Me llevaba el equipo a sus casas y tatuaba en el patio, con la tinta en fichas, a la vieja escuela. Así empecé a masacrar gente. Siempre agarraba gente que se veía bien malandra, les decía que no sabía tatuar, pero quería practicar, ellos con tener algo rayado me decían que sí. La banda hasta se pagaba la cheve>>. Y ese método le funcionó. La confianza de la gente en su trabajo permitió que su estilo fuera evolucionando hasta convertirse en lo que es hoy en día, además de ayudarle a crear su marca. <<El personaje, mi zombi, todos me conocen por ese zombi, mi idea siempre fue hacer la marca de mi estudio con ese zombis. Hasta la fecha lo estoy logrando porque varios me conocen por ese mono, o por mis monos verdes, los zombis. Se supone que soy yo, pero acá como en zombi, por eso la gorra, siempre traigo una gorra. Me baso en lo que veo en mi vida cotidiana, me gusta ponerle cara o una expresión a los objetos comunes. El estilo que manejo más es la caricatura, pero si he hecho de todo, tribales, retratos. Estamos practicando todos los días, cada tatuaje es algo nuevo que aprendo>>.
» ME GUSTA TOMAR LAS COSAS QUE VOY VIENDO Y
DISTORSIONARLAS CON UN POCO DE HUMOR»
Todo artista busca que su arte refleje algo de él, que en alguna medida represente sus pensamientos, emociones, que refleje su estilo, y eso es precisamente lo que Erickstein busca al momento de trabajar su pasión. Quien inicia en algún arte o disciplina por pasión y no por dinero, siempre lo mantendrá puro. <<Casi siempre la persona viene con una idea, generalmente de internet. Lo que hago ahí es aconsejarles cómo se vería con algunas modificaciones, tratando de que el diseño no se vea igual al que me trajeron. Hay clientes que me traen una foto a la mitad, yo los dibujo; es lo bueno del dibujo, que ya no te metes en problemas porque tienes la práctica. Si te dan libertad mucho mejor. Tengo clientes que me han dado la libertad así de que en este brazo, me gusta esto y esto, haz lo que quieras. Ahí trabajo con ganas, con toda libertad. Me gustaría que cambiara el pensamiento de las personas. Hay gente que llega y me pide aferradamente el mismo tatuaje que trae otra persona aunque les ofrezca muchos diseños. También me han tocado clientes que me piden un diseño de tal cosa, que quieren que yo lo dibuje, que le meta algo de mi toque, mi estilo. Eso está chido porque ya eres parte de ese trabajo, ya trae el toque tuyo>>.
Erickstein ha visto una evolución a través del tiempo sobre la percepción y aceptación del tatuaje en la sociedad. No se le ve igual hoy que hace 10 o 15 años. <<Antes, cuando traía los expansores, había muchas fábricas donde no me aceptaban. Iba a dejar solicitud y los vigilantes me decían que nunca iba a entrar a trabajar por eso que traía. Y con el tatuaje mucho más, te discriminaban mucho más con un tatuaje. La regla en casa de mis papás siempre fue nunca te perfores, nunca te tatúes porque como te ves te verán. La mayoría de mis clientes son gente que trabaja en fábricas, abogados, doctores, de todo y andan tatuados. Les he hecho mangas completas, hasta cuellos, zonas muy visibles. Si ha evolucionado en cuanto a la aceptación del tatuaje en la sociedad>>.
A pesar de comenzar a consolidarse en el tatuaje, Erickstein no se conforma y sigue dando rienda suelta a su creación a través de diferentes medios de expresión. Comienza a adentrarse en el mundo del graffiti. <<Me hubiera gustado conocer el graffiti antes, o meterme de lleno. Si hacía murales, pero los hacía con pincel, con brocha, me hubiera gustado conocer las latas de aerosol antes de todo lo que hice, de todo lo que he aprendido. Siempre dibujé con brocha en la pared. Desde morro también siempre pinté con brocha y todo ese rollo y el grafiti lo conocí hasta hace poco, de hecho en el graffiti tengo como unos 3 o 4 meses, no tengo mucho en el graffiti, apenas le estoy aprendiendo, por eso te digo que me hubiera gustado conocerlo desde antes. Compro mis latas, salgo en el carro y voy a buscar bardas, pido permiso en las casas. Toco puertas y hay gente que me dice que no, gente que me dice que si o gente que me dice “Hazme una virgen” o algo así, entonces yo le digo que quiero una barda para hacer lo que yo quiera. Si me voy a gastar mi material que sea en algo que yo quiera hacer>>. La expresión del artista ante todo. Y para Erickstein esa expresión y retroalimentación por parte del espectador, buena o mala, es lo que le da sabor a expresarse de esta manera. <<Eso es lo chido del graffiti, que la gente te dice estás loco, estás bien pendejo, lo que haces, está bien feo y hay otra gente que te dice “Está con madre, es algo bien chido, es algo que casi nadie hace”. Está con madre porque estás pintando en la calle y llegan unos morrillos y dicen “Eh, está bien loco eso y eso una rana, una tortuga” y llega otra persona y dice “¡A la verga!, estás dibujando a la muerte”. Muchas opiniones diferentes, está chido, por eso me hubiera gustado conocerlo antes>>.
Erickstein Hyde respeta su arte y le hace honor a ello en cada pieza o trazo que hace, dibujando la realidad que ve y cómo la interpreta desde sus zapatos. Hay varias maneras en que una sociedad puede verse reflejada a sí misma y uno de los espejos más claros que se puede encontrar es el dibujo, ya sea sobre piel, papel o en una pared en alguna olvidada calle de la ciudad, aunque no siempre esa sociedad tiene la madurez para ver su reflejo. <<Una vez una señora me dijo bien ofendida “Oye, tú dibujas monstruos que se están drogando, monstruos que están tomando y la verdad estás dando un mal mensaje a la gente”, yo simplemente le dije que no, que nada más era algo que se me ocurría, que me había pasado o que había visto. Yo no voy a dibujar florecitas ni nada de ese rollo, si ves que el mundo está bien empinado, más que nada lo hago porque me gusta dibujar. Me gusta tomar cosas de lo que voy viendo y distorsionarlas un poco con humor. Muchos ven que mis monos traen resistol 5000, pero esa droga yo la vi mucho en mi barrio, entonces es como que acordarme de esos tiempos. En mis dibujos yo no les estoy diciendo agarren una caguama o un pomo y chínguenselo, es un dibujo simplemente, algo que vi o algo que viví>>.
SIGUE A
ERICKSTEIN HYDE