“LA GENTE ESTA ASI, DISFRUTANDO <<QUE BONITO SE ESCUCHA>>
NOOO!! A LA VERGA, VAS A SUFRIR, CHINGUEN A SU MADRE“

Enero 2021
POR HIGHLIGHTS MAGAZINE

Las tardes de noviembre ya no permiten que las temperaturas se eleven demasiado. Sin embargo, cuando tocan la puerta, la figura de Nacatero aparece con suficiente cerveza para sobrellevar una cálida tarde de agosto. Carlos Ayala realmente refleja una personalidad tranquila, muy distinta a la energía que transmite su música. El aprendizaje y evolución han sido constantes. Su música no se encuentra encabezando listas de popularidad, pero sin duda puede resultar interesante. “Hago Harsh noise y Power electronics. Tengo 5 años con el proyecto (Nacatero), antes tocaba la batería en bandas de metal. Es mi base, por mi jefa. Me instalé en Guadalajara y formé una banda. Nadie me enseñó a tocar la batería, todo lo saqué de oído. Los ensayos eran pura peda, entonces nunca salió nada y con la otra banda igual. Era una banda más pesada, de Death metal, pero no grabamos nada porque pues pura puta peda”.

Originario de Puebla, a sus 33 años recuerda con agrado sus inicios dentro de la música, que como en muchos casos se vio influenciada desde casa y un poco más tarde, comenzaría a buscarse su propia suerte, aventurándose por sí solo en su propio camino dentro de una escena underground mexicana. “A los 15 años conocí a una banda de Death metal en Puebla y así como de fan me les pegue; Axon, ya van a cumplir 20 años, los conocí en el 2003. Me jalaba con esos vatos, iba a los ensayos y veía cómo armaban la batería, como conectaban bajo, guitarra. A veces preguntaba, tenía curiosidad y la chingada, nunca he tomado clases de nada, me he rehusado a la teoría musical. Prácticamente todo lo que hago es improvisado, nunca voy a volver a hacer lo que yo toco, nunca voy a volver a grabar lo que toco, es imposible. Luego está lo del Noise, que siempre va a ser algo totalmente nuevo, pero con el Power electronics ya hay una cierta base: combino el Harsh noise con el Power electronics. Empecé como Harsh noise, puro ruidazo, ya con el Power electronics le estaba metiendo unos samples: unas voces, unos gritos, unas alarmas”. 

<<Nacatero salió en 2015. Conocí a un compa, Rubén, en 2014 y me enseñó todo el rollo del Noise, me quede así de “no mames, está bien chido, vamos a hacer algo, esto y lo otro”. El compa no podía y tuve la necesidad de hacerlo yo, pero no tenía nada. Empecé sin nada, nada, nada. ¿Entonces qué hacía? Agarraba las secadoras de manos de los restaurantes y ahí grababa. Otra, cuando iba en una camioneta y ahí con el sonido del aire. Iba grabando un lago en Jalisco y con el pinche desmadre del viento queda como Harsh noise bold, como algo natural con el ruido y con el viento. Mi primer toquín fue el 31 de diciembre de 2015, fue improvisado, fue el primero de que ”Este es Nacatero y ahí les va”. Tocaba con una banda de metal que se llamaba Destructor y agarré el micro y nada más, con un contacto de cable auxiliar “bzzbzz” (ruido eléctrico) y el feedback con el micrófono, unos gritos y ese fue Nacatero al principio, así nació. Ahorita ya tengo unos sintetizadores, pedales, cajas de ritmo, me fui armando poco a poco>>. 

Así como hay mucha improvisación en su música, el nombre del proyecto también surge de un momento inesperado, en una situación cotidiana. De la nada, de un simple día en la calle, de una escena de la vida común. <<Estaba comiendo tacos en Zapopan y escuché que dicen “AhÍ viene el Nacatero”, y yo asi de “¿eehh?”, y veo un vato así con la carne congelada, ahí la dejaba. Pregunté que porqué le dicen nacatero, y dicen “Ah, pos’ es el carnicero”. Significa carnicero. Pero lo escuché de una persona que es del norte de Veracruz, es un rollo de la Huasteca Potosina, pegado a Veracruz. Es de origen náhuatl, pero con un híbrido del español: nákatl significa carne en náhuatl, y nacatero es como zapatero, carnicero. Se combinó ahí esa palabra y de ahí lo tomé, lo gracioso es que en ese tiempo no comía carne, me aventé dos años sin comer carne, un pedo vegetariano/vegano>>.  

Nacatero lleva con su proyecto 5 años, con un inicio desde cero y un desarrollo progresivo, que ha ido alimentado conforme el mismo se lo ha exigido, agregando nuevos elementos en sus creaciones. <<Los samplers son ruidos de metralletas, de armas; gritos, cosas así medio culeronas. Algunos de políticos: fragmentos de Colosio y de Peña Nieto. He metido una alarma de alerta nuclear, cosas así, pero ya no he estado metido en el rollo de los samples. Nada más es puro directo y grito lo que me va saliendo. Es una mezcla de tanto palabras y de lo que me sale de adentro. Lo voy cortando por cachitos y ahí se va. En vivo tengo una mezcladora de 8 canales, por lo general uso 4, ahí le meto los pedales, efectos de guitarra con distorsión, delays, el micrófono, y hacer un chingo de feedback. Me mama un chingo de feedback, me late un chingo, cagar el palo ¿sabes? A veces hay un momento en que pienso “¿Perate, perate, no mames! Ya me chingue algo acá”. Me late ese pedo, pero no me rehúso a hacer otras cosas. Lo que me late es sacar a la gente de su confort. La gente está así, disfrutando el pedo, “que bonito, se escucha bien” ¡noo!, a la verga, vas a sufrir, chinguen a su madre. “¡No vienes a unos putos vx años!”, es lo que siempre grito>>.

Este crecimiento musical le ha permitido recorrer algunas ciudades del país, sumándole experiencias a lo largo de sus andanzas. Sin miedo a la aventura, Nacatero pisa cada ciudad a donde lo invitan y se avienta al ruedo. El escenario no importa. <<La escena se mueve más en el DF, he tocado un par de veces ahí, también en Toluca, Guadalajara, Salamanca y en Tepic, Nayarit. Nadie sabía que pedo ahí en Tepic, mis compas sabían que hacía ruido y la chingada y me dijeron “Jalate, órale”. Ando en Guadalajara, sale una tocada, pero era una banda de Ska y una vato haciendo dijence con la guitarra, tipo Metalcore y yo. Pero lo cagado es que había magos, era un show de magos y ellos no sabían tampoco que pedo conmigo. Entonces ya no quisieron hacer el show en el escenario, sino que iban pasando a las mesas; las bandas iban tocando y pasaba el mago haciendo trucos a la gente. Ya cuando terminó la banda de Ska me instalé con mi mesita, mis pedales, mi mezcladora y ahí les va, ¡puuum!. El pedo es que a ese bar le caía gente común, que escuchan reggaetón y así. Entonces la banda no sabía que había toquín, no sabían quién tocaba ni de que era. Una morra llegó medio pedilla y como que no sabía que pedo con el ruido que yo estaba haciendo y no aguanto y se vomitó de escucharme. Es un logro (risas)>>. Poco a poco comienzan a llegar invitaciones para salir a tocar fuera de México. Aunque nunca ha sido el objetivo, la paciencia trae frutos. <<Afortunadamente me han salido tocadas en el extranjero. En Estados Unidos me van a echar la mano para ir a tocar: San Antonio, Houston, Connecticut y Nueva York, está pensado para el otro año (2021). Me han invitado también a São Paulo, Santiago de Chile y a Buenos Aires y Rosarito. Tengo pensado caerle a Argentina y probablemente a Chile>>.

Ya con la noche sobre nosotros, el sentido de su música comienza a clarecer. <<Mi primer álbum, La presencia del mal, es un álbum tirándole totalmente a las Naciones Unidas, es como una protesta. Mi tirada es expresar lo que veo a mi alrededor. Nada más soy un observador, yo no trato de convencer a nadie, pero yo les presento “Mira, está esta situación. Analízala, chécala, ¿te late? ¿Quieres formar parte de eso? ¿Quieres seguir siendo eso?” Es como un reflejo, es para reflexionar, es un consejo>>. La vida se puede pasar tan ligera como 12 cervezas en una tarde de noviembre, pero con tanta sustancia que cada acto de la obra dirija a un nuevo punto de inflexión. Cada día es un sueño. Nada más auténtico que vivir así. <<Yo creo que es como un sueño desde niño. Cuando escuchas a tus influencias, a tus bandas. Decía yo “¿Qué se sentirá estar en un escenario?” Incluso ya más grande, a los 16, formé una banda que se llamaba Pudrición, en Puebla. Mi onda era estar en los escenarios. Nunca se pudo, ellos si la jalaron chido, me salí. Eso fue en 2005, hasta 2013 empecé a hacer algo. Forme una banda que se llama Brutal suicidio. En una peda compre una batería, en la peda, así en un First Cash. Así me la llevé, en el trayecto se volaron los putos platos, pasaron los pinches carros, puras mamadas (risas). Pero no me quito las ganas de tocar batería. Con la teoría musical no he querido, siento que si yo aprendo chido de música, como debería de ser, le va a quitar esencia mía. No es porque quiera estar con eso de la ignorancia musical, sino que lo que yo hago lo hago me sale del corazón y me sale de huevos>>.

El conflicto surge a la hora de ponerle una cifra a su trabajo, ¿cuál es el valor de nuestras ilusiones, sacrificio y esfuerzo? <<Todo lo que ejecuta un artista es porque lo tienen en el corazón, en la mente. Igual puede aplicar con el Noise, solo que yo no lucro, no cobro por tocar. A lo mejor suena muy pendejo, pero no sabría darle el precio a lo que hago. Me gusta obviamente lo que hago, pero no sabría qué precio darle, porque yo le tengo aprecio. No me sentiría chido si me dan una lana, y no porque no esté conforme con la lana que me vayan a dar. Yo me muevo para todos lados, me pago los viáticos, me llevo mi mesa, todo, todo. Si un wey me dice “te doy x cantidad por un álbum” no sé, no sabría qué decir. Han habido toquínes que se junta un varo y “Salió esto para cada artista”, no lo tomo. Porque yo creo que la música debe ser libre para todos, la música debe tener el acceso para toda la gente, pero lamentablemente el acceso que tiene la gente para la música underground es muy limitado>>.

La expresión es fundamental, ha sido la razón desde un inicio y lo será hasta el final. Nacatero tiene claro el porqué hace lo que hace, porque valen la pena esas horas por carretera y presentaciones en sitios realmente underground. <<La música es un sentimiento, algo que va con el espíritu del ser humano, y es una expresión que va en el ADN de la persona. Obviamente no a todos se les da, no a todos les gusta, no a todos les llama la atención, pero es algo que está muy chido hacer para poder expresar lo que tiene uno adentro>>. 

Respecto al futuro, el mensaje es claro. <<Yo creo que el proyecto muere junto conmigo. Ya cuando deje este plano se muere el proyecto>>.

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